sábado, 17 de marzo de 2007

SE VENDE PAÍS… CON VISTA... AL MURO

EL HIJO DE BUSH

Mi amigo el Pecas Valenzuela, originario de Tijuana, me dijo que los paisanos de allá no dicen: “Son of a bitch” (hijo de perra) cuando quieren insultar a alguien y en su lugar hoy está muy difundido entre la raza decirles: “Son of a Bush”, lo cual hiere mortalmente al ofendido, propiciando que la tranquiza sea inminente… O sea, decir “hijo de Bush” ¡es una ofensa mayor!

Pese a todo, el hijo de su Bush’a madre se sigue paseando por el mundo, en plena campaña para tratar de recomponer algo de su deteriorada y paranoica imagen. Y esta vez le tocó a América Latina recibir al hijito de Bush padre, con toda la parafernalia que merece un sujeto que tiene a su cargo la presidencia del imperio yanqui.

Dicen los que saben de política internacional, que la presidencia de George W. Bush ha sido “un fracaso monumental” y que no ha habido ningún presidente gabacho que haya tenido tantos errores, tantos desaciertos y tan mala leche para granjearse el odio del respetable a nivel mundial, especialmente del nuestro, con la construcción de la absurda muralla divisoria.

Igualito que con Felipe de Jesús, su elección en el 2000 estuvo marcada por un cúmulo enorme de dudas, nomás que Al Gore, en lugar de hacer su “presidencia legítima itinerante” se dedicó a trabajar y hace algunos meses dio a conocer su video “Una verdad incómoda”, que hace una interesante reflexión sobre el efecto de los Estados Unidos en el famoso proceso del calentamiento global, el cual le recomiendo que lo vea en cuanto tenga oportunidad… Es un excelente trabajo.

Pero bueno, volviendo al “hijito de mamá Bush”, no vamos a analizar sus yerros, ni sus falsas promesas, ni su agresivo trato con su traspatio (que somos nosotros) al mandar construir la muralla de la infamia. Tampoco hablaremos de sus mentiras respecto a la invasión a Irak, ni de los jugosos negocios que tiene él y su familia en la industria petrolera y que aparecen reseñados, con lujo de detalle, en el magnífico video de Michael Moore “Fahrenheit 9/11”.

Más bien habría que entender el rechazo generalizado a su presencia en todos los países, el cual no lo llega a tocar (y quizá ni se entere) gracias a su apabullante equipo de seguridad.

¡MUERA BUSH!

En su recorrido por América Latina don Bush fue arropado por los diversos gobiernos, sus respectivos ejércitos y contingentes de guaruras, para mantenerlo lo más alejado posible de los miles de manifestantes que querían mentarle la madre y aventarle huevazos directos entre ceja y madre.

En Colombia por ejemplo, “encendió los ánimos” y, a pesar de los 21 mil efectivos de la policía, los desmanes, las pedradas, los tubazos y la represión estuvieron presentes dejando un saldo de al menos 100 personas detenidas.

En una de las fotografías aparecidas el lunes pasado en distintos periódicos, un grupo de jóvenes con banderas soviéticas, imágenes del Ché Guevara y camisetas “antiyanquis”, aparecen aventando una valla metálica y una lluvia de piedras a un grupo de granaderos pertrechados en sus escudos y equipos antimotines.

La foto es recurrente en todas las ciudades por las que va pasando Bush júnior y me pregunto: ¿porqué?, si en el fondo lo que estamos viendo son dos grupos de personas (los jóvenes y los policías) que deben tener orígenes muy similares. Los dos son pobres. Los dos tienen que padecer las injusticias del sistema. Los dos quizá sean vecinos y hasta familiares. Los dos intuyen que hagan lo que hagan, no podrán cambiar las reglas del juego. Sin embargo, se enfrentan cotidianamente y se lastiman a la menor provocación. ¿A qué responde la agresión?, ¿a la ira y la impotencia reprimidas?, ¿al odio?, o ¿a qué?... no tengo NPI.

Lo cierto es que los policías cumplen con su trabajo y “con el deber de defender a la patria” dirán sus jefes. Cumplen con las instrucciones de seguridad del presidente yanqui y hasta con las leyes del mercado transnacional, que piden mano dura contra todos los opositores del neoliberalismo.

Por su parte, los jóvenes pierden su individualidad, su identidad y se transforman en una “masa inconsciente”, en un grupo perfectamente identificable y perseguible. Los jóvenes cegados por la emoción de estar rodeados por sus pares se apresuran a ver quién grita más fuerte, quién llega más lejos, quien es más osado y se rasgan las vestiduras cuando cae el primero con el cráneo roto.

Al final del día ninguno gana nada. Los policías regresarán a sus hogares pobres, con sus familias pobres, a constatar la pobreza que los rodea para decirle a su esposa: “Fíjate vieja que en la manifestación andaba “el pulga” (vecino de al lado), nomás deja que lo vea y le reviento su madre por gandalla”.

Mientras, en la casa de junto llegará el pulga a dar su testimonio: “Fíjate jefa que en la manifestación estaba “el negro” (el poli que vive al lado), nomás deja que lo vea y le reviento su madre por gandalla.

¿Para qué?, digo, ni Bush ni Felipe de Jesús se van a enterar nunca de lo que pasó a su alrededor. Para ellos no existe este “mundo real”. Ellos nunca más estarán en las trincheras (si es que estuvieron algún día) y viven rodeados de lujos en sus carísimas nubes de algodón.

ECOS DEL MAYAB

En Mérida arribó Bush con su plana mayor. “Elementos de corporaciones policíacas tanto mexicanas como estadounidenses tomaron el Aeropuerto Internacional de Mérida ocho horas antes de su llegada” (Reforma, 13/III/07 p.5).

El despliegue de seguridad para proteger al niño Bush fue: “Tres aviones de combate Caza F-5... (además de) 4 mil efectivos del EMP (Estado Mayor Presidencial) , de la Policía Federal Preventiva, del Ejército y de la Armada, así como integrantes de la Policía estatal para resguardar la reunión de Bush y Calderón. Además del personal de la Guardia Presidencial estadounidense, incluido el Servicio Secreto.

“Datos del EMP indican que fueron utilizados 160 vehículos para el traslado de tropa y funcionarios, así como 15 aeronaves entre aviones y helicópteros para transportar el equipo de seguridad a México…dos limusinas escoltadas por una patrulla de la PFP, siete suburban, cinco autos medianos, cinco Van, una ambulancia, una camioneta de emergencias y una unidad de la PFP lo esperaban al pie de la aeronave” (Ibid).

Y ya de pasadita hubo un “performance, de Gerardo Fernández Noroña, vocero perredista, que implicó la movilización de 200 efectivos del EMP, la PFP y la policía estatal, con cascos, escudos, gases lacrimógenos, chalecos antibalas y macanas (casi como si fueran a violar a una viejita en Veracruz) y todo ¡por cinco manifestantes!, quienes fueron cargados en vilo por los agentes de seguridad para que pudiera pasar en su coche Tony Garza, embajador de los EE. UU.

Y todo para que Bush dijera que “nos tiene compasión”… Mientras tanto, en Guatemala un grupo de sacerdotes mayas realizaron una ceremonia de purificación en las ruinas de Iximché para expulsar a los malos espíritus y las malas vibras que dejó Bush… ¿está claro?

LA CUEVA DEL DELFÍN

Desde esta columna proponemos abiertamente a Salma Hayek como Secretaria de Economía, ¡ella sí sabe lo que es traer inversiones a este país!… y de paso mejorar a la raza.

¡Vientos huracanados, si no me manda Felipillo a construir el muro fronterizo en el sur nos veremos por acá el próximo sábado...

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