sábado, 3 de febrero de 2007

DEL PRD… ME GUSTAN… ME GUSTAN… ¿ME GUSTAN?…

EL METRO: LA MISMA VIEJA CANCIÓN

Fíjese nomás, lo que son las cosas, caras vemos y funcionarios no sabemos. En esta semana los chavos del Circo Volador, tuvieron que realizar un pequeño trámite, ante las actuales HHH autoridades del Sistema de Transporte Colectivo “Metro” y el resultado me trajo a la memoria la rola de Jaime López: “La misma vieja canción”.

Se trata de lo siguiente: Como usted sabe, Circo Volador es un proyecto que surge del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM hace nada más que 18 años y se transforma con el tiempo en lo que hoy es: una Organización de la Sociedad Civil, sin fines de lucro, para apoyar a los jóvenes más desfavorecidos de la ciudad. Y, como todos los años, en el 2007 está organizando su tradicional concurso de Jóvenes Artistas “Culto Joven”, este año con premios en las áreas de: Dibujo y Pintura, Cortometraje y, Fotografía.

Los temas son por demás sugerentes. En el dibujo, la temática de los trabajos girará alrededor del “Cuerpo: identidad o trasgresión”. En el Cortometraje el tema a desarrollar será el de “Corrupción” (que sigue abundando); y en la Fotografía se hablará de “Lo blanco y lo negro de tu ciudad” (pobreza-riqueza, soledad-amistad, hambre-abundancia, ruido-silencio, no-sí, izquierda-derecha, etc.).

La convocatoria es abierta y gratuita para que participen jóvenes de entre los 15 y los 29 años, no profesionales, con obras no publicadas o premiadas y podrán entregar sus trabajos entre el 15 de febrero y el 9 de marzo del 2007, para lo cual hicieron un cartel para invitar a la población joven en general.

Hasta ahí vamos bien, este no es el primer año en que Circo Volador tiene un convenio con el Metro para poder pegar en sus pizarrones algunos carteles de invitación a sus actividades. Sin embrago, hoy, bajo la Dirección General de Don Francisco Bojórquez Hernández, actual ocupante del cargo, estas cosas sencillas y cotidianas quizá no están afinadas como se debería.

Dice el director de Circo Volador, Víctor Trejo: “Para nosotros es importante anunciarnos en el Metro, porque es el transporte público más importante de la ciudad, y en él, millones de gentes transitan por sus pasillos, los jóvenes pobres que son nuestro objetivo están ahí… O sea, los carteles en el Metro son casi igual que si hicieras un anuncio de televisión, pero sin necesidad de pagar muchos millones de pesos que no tenemos”.

Pero no, hoy “las cosas ya cambiaron” y, todo parece indicar, que en el Metro regresamos al pasado, a las largas esperas con cientos de “horas nalga” invertidas para sentarnos en las eternas antesalas públicas a esperar el despertar de alguno de los funcionarios para que, además de que se dignen escucharnos, entiendan de lo que se trata la pequeña solicitud: “ponerle el sello del metro a los carteles y autorizar que se peguen en algunos de los miles de pizarrones que tienen en sus andenes para ofrecer este tipo de anuncios”.

La sociedad trabaja… pero algunos funcionarios parece que no.

DE FOTÓGRAFO A PANISTA

El problema se dio en la Subdirección General Jurídica y de Seguridad Institucional, en donde está al frente, la licenciada Martha Ofelia Zamarripa Rivas, jefa del licenciado don Francisco de Souza Mayo, “Gerente de Atención al Usuario”, quien es fotógrafo, ex diputado perredista, ex delegado (panista) en Cuajimalpa y hoy flamante jefe de esta área pública quien quizá tampoco esté enterado de lo que pasa en su oficina, pero que por su propio cargo debería saberlo… o, ¿qué no todos somos usuarios y merecemos atención?

Dicen en su oficina: “Disculpe, el licenciado Souza no se encuentra y estará fuera todo el día, llame pasado mañana a las seis de la tarde”… “Lo siento mucho, el licenciado está en una reunión de trabajo y no lo puedo interrumpir”… “Ay, que mala suerte tiene, el licenciado acaba de salir a un recorrido y no regresa hasta pasado mañana… mejor llame después”.

Nadie pide datos, nadie ofrece una comunicación posterior, nadie resuelve y, lo que es peor, nadie soluciona nada.

Con el licenciado Souza se presentó el oficio que (por costumbre) se ha hecho en otras numerosas ocasiones, solicitando el sello de registro y el permiso para pegar la propaganda, pero las viejas inercias volvieron a aparecer en voz de sus secretarias, ayudantes y adjuntos en las oficinas mencionadas:

“No joven, pos’ esto no procede, no es posible. Si no es anuncio oficial del gobierno no tiene cabida” (y los de Telmex qué pululan, ¿son oficiales?, digo, es pregunta); “Mire el metro no puede dar ninguna facilidad si no tiene la firma del responsable” (¿?); “O sea, para que le quede claro, aquí la sociedad civil o es del gobierno o no es (sic), porque aquí la sociedad civil, si no aparece con el logotipo del gobierno, pus nomás no puede pasar”. ¿Sabrán los responsables de las oficinas lo que pasa en los pasillos subterráneos del Metro?

Hay historia y convenios anteriores y pregunto: ¿Dónde quedan los acuerdos previos?, ¿perdieron vigencia?, ¿porqué?, ¿y la historia del proyecto?, ¿y sus alcances?, ¿y el premio que le dió la ONU como una de las mejores 12 Prácticas Sociales de todo el Mundo en el 2004?... eso parece que a nadie le importa.

Y eso que sólo se trata de ¡pegar unos carteles! con una convocatoria gratuita para la población abierta y dirigida a los jóvenes de escasos recursos que viajan en metro y que podrían con ella, quizá, dar a conocer sus trabajos y sus sueños dentro de una convocatoria incluyente, democrática, sin fines partidistas, organizada por un grupo de la sociedad civil.

Por ello me parece curioso el slogan que tiene el metro en su página web: “Encárgate de entrar a la modernidad”. Si esta es su modernidad, ya podemos evaluar lo que han sido sus épocas prehistóricas. La misma vieja canción.

EN LA MISMA CIUDAD… Y CON LA MISMA GENTE

Nomás para cerrar, una de las empleadas del Metro, al preguntarle porqué era tan complicado volver a realizar un trámite tan sencillo y que, sobre todo, tenía ya antecedentes en sus archivos respondió así: “es que ya no es la misma gente…”

Y claro, todos sabemos que en esta bendita democracia cada tres años cambian funcionarios en las delegaciones y cada seis en el gobierno de la ciudad y en todas las dependencias públicas federales, pero también sabemos de las artimañas de todos los políticos y funcionarios para irse reciclando con el partido y con el son que les abra las puertas del presupuesto, o sea, son casi siempre los mismos. No culpo a los funcionarios en turno, pero hay un trabajo inmenso que hacer con las infanterías.

¿En donde está la mentada modernidad?, ¿porqué el desorden eterno en las filas burocráticas?, ¿cuánto tiempo más tendremos que seguir soportando la ineficiencia del sector público y pagándole sus viajes, sus comidas, su ropa y hasta sus regalos navideños como a los Consejeros del IFE?

Todo este asunto me parece ínfimo en comparación con los verdaderos problemas de la ciudad, pero si esta es la posición de la burocracia en algo sin importancia, ya podemos imaginarnos lo que será en las cosas gruesas… o ¿me equivoco?

LA CUEVA DEL DELFÍN

La Modernidad del metro más bien parece “Desmothernidad”… neta.

¡Vientos huracanados!, si no me mandan a vigilar la estación Indios Verdes nos veremos por acá el próximo sábado...

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