domingo, 21 de enero de 2007

DEL PRI… ME GUSTAN… SUS TEIBOLERAS…

EL CENTRO HISTÓRICO

Para entender la compleja conformación actual que tiene la Ciudad de México, necesitamos forzosamente pensar en las diversas y variadas fusiones que han tenido sus barrios, sus colonias, sus pueblos y sus habitantes, las cuales le han dado diferentes formas, diferentes atmósferas y una infinidad de usos que convergen en lo que hoy podemos ver: un caos que parece ser interminable.

Lo que hoy conocemos como “Centro Histórico” tiene su origen en 1325, como asentamiento lacustre en un pequeño islote y que a principios del siglo XVI fue sede del Imperio Azteca. Luego, con la llegada de los españoles, Alonso García Bravo tuvo a su cargo la primera traza de la ciudad, pero a pesar de ello y después de tantos siglos, no alcanzaron a borrarse las calzadas de acceso originales construidas por los aztecas: Tenayuca (hoy Vallejo), Tlacopan (hoy México-Tacuba), Iztapalapa (hoy Tlalpan) y la del Tepeyac (hoy Calzada de los Misterios).

Por si fuera poco, con la conquista también vino un cambio radical en las condiciones ambientales del entorno, por no mencionar todas las atrocidades sociales que se cometieron en nombre de la religión cristiana. Los españoles se encargaron de destrozar el medio ambiente y la lenta desecación del lago de Texcoco y las obras de desagüe, iniciadas en el Siglo XVI, tardaron casi cuatro siglos para acabar con lo que fue originalmente una zona de lagos y ríos.

En la época del Virreinato, el Centro Histórico fue sede de sus poderes, lo mismo que después de la Independencia donde se albergaron los de la nueva nación. Sólo para darnos una idea del crecimiento poblacional, podemos mencionar que en 1810 la ciudad tenía 130 mil habitantes. Un siglo después, en 1910, tenía ya 720 mil. Para 1930 la cifra había pasado a un millón 230 mil habitantes y hoy se calcula que somos alrededor de 8 millones y medio de personas, según las cifras oficiales del INEGI.

Los pobladores originales de esta zona, miembros de la alta burguesía y el clero, empezaron a abandonar a principios del siglo XX las casonas y palacios, dando lugar a un sostenido deterioro físico y social de la zona. Ellos se refugiaron en las entonces “nuevas colonias residenciales”: la Guerrero, la Nueva Santa María, la San Rafael, la Juárez y la Roma, entre otras.

Mientras tanto ahí nació la primera ciudad perdida de la ciudad: La Candelaria de los Patos, cuna de truhanes, rateros, tratantes de blancas y demás actividades ilícitas que está localizada frente al espacio que hoy ocupa el Palacio Legislativo (quizá se pasaron enfrente algunos viejos residentes de la Candelaria, ¿o no?).

Los contrastes que tiene hoy el Centro Histórico son múltiples. Edificios virreinales junto a vecindades deterioradas; viejos edificios de la administración pública o de la Universidad Nacional, junto a tugurios miserables y bodegas comerciales; calles magníficas y antes esplendorosas, llenas de comerciantes ambulantes, indigentes y teporochos.

Por si fuera poco, en los últimos años se inició un lento pero sostenido proceso de revalorización de los inmuebles para lo cual grandes empresarios, (con Carlos Slim a la cabeza), empezaron a comprar propiedades, edificios y manzanas enteras, para arrancar un proceso de recuperación del Centro, tal como se ha hecho en muchas otras ciudades del mundo como París, Londres o Nueva York.

Pese a todo, el centro histórico sigue hoy muy entrampado y el trabajo para llegar a rescatarlo parece una obra muy difícil de llevar a cabo.

LA NUEVA AUTORIDAD

El martes pasado en una reunión de trabajo en la Sala de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno de la ciudad, le dio posesión a la doctora Alejandra Moreno Toscano como “Autoridad del Centro Histórico”, cargo que antes no existía.

La nueva Autoridad viene a reemplazar al Fideicomiso del Centro Histórico, creado en 1993 y que realizó diversos trabajos de remozamiento y rescate de edificios de lo que se denomina el “Perímetro A” (o sea, del Zócalo hacia el Eje Central).

Según Ana Lilia Cepeda, última directora del Fideicomiso, en los últimos 5 años: “se invirtieron más de 6 mil millones de pesos en recursos públicos y la inversión de capital privado fue de más de 500 millones de pesos” (Reforma, Ciudad, 24/I/07, p.6) y aunque algunas calles se mejoraron de manera ostensible el trabajo que falta todavía es mucho.

Por ello me parece importante la designación de la doctora Moreno Toscano en este cargo. Ella es historiadora, urbanista y una gente muy comprometida con la historia y el desarrollo de esta ciudad.

No se trata de hacer una apología de la vida de la doctora Moreno Toscano, pero debemos resaltar el hecho de que este importante cargo tiene aparejado las próximas conmemoraciones del bicentenario de la Independencia y el centenario del inicio de la Revolución Mexicana, ambas en el año 2010, lo cual es una excusa perfecta para dar un paso importante en la recuperación de nuestro Centro Histórico.

Nomás para que se de una idea: en el Centro Histórico se dice que hay 67 monumentos religiosos, 129 monumentos civiles, 542 edificios incluidos en la ley de preservación de 1972, 743 edificios históricos que deben ser conservados, 111 edificios con valor ambiental, 6 templos modernos, 17 edificios ligados a personajes históricos, 78 plazas y jardines, 19 claustros, 26 fuentes o monumentos conmemorativos, 13 museos o galerías y 12 sitios o edificios con pintura mural, todos ellos construidos entre los siglos XVI y XIX… casi nada.

LAS OTRAS VOCES

En el mismo diario, en el mismo día y en la misma página aparecieron algunas opiniones de “otras voces” que también están en el Centro Histórico y que jugarán un papel importante en el futuro de esta zona: los líderes de ambulantes.

“Nosotros vamos a colaborar con el Gobierno, pero no sabíamos nada de este anuncio, a la Doctora sí la conozco, cómo no, pero no se qué vaya a hacer y para el Centro Histórico necesitamos conocer no solamente el nombre sino su proyecto”, dijo Alejandra Barrios, de la Asociación Legítima, Cívica y Comercial.

“Nunca nos dijeron nada, y no fuimos notificados de nada. De hecho, desde que concluyó la romería de diciembre no sabemos cuales son los proyectos que tienen, dijo María Rosete, lideresa de los comerciantes de Tepito.

“El Centro Histórico es un enfermo de cáncer y está condenado a morir y el simple anuncio de una nueva autoridad, no nos dice nada; siento que no nos están hablando con la verdad y que nuevamente volveremos a tener soluciones de paso”, comentó Víctor Cisneros, representante de los comerciantes establecidos.

Hay muchos intereses encontrados y visiones opuestas, sin embargo, empezar por nuestro Centro, rescatar su historia, modernizar los servicios, embellecer nuestro entorno, ofrecer un gran espacio libre, amplio, limpio, seguro y emblemático, sin duda puede ser un gran principio.

¿Quienes están dispuestos a luchar para lograr este y otros objetivos?, ya veremos…

LA CUEVA DEL DELFÍN

Si Sara Latife Ruiz, candidata a secretaria general del PRI, se llevara a sus bailarinas de Table a los eventos ganaría más votos... neta.

¡Vientos huracanados!, si no me extraditan al gabacho nos veremos por acá el próximo sábado...

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